La producción animal en las últimas décadas se ha caracterizado por la intensificación de las explotaciones y el rápido aumento de las explotaciones industriales, principalmente de monogástricos, en respuesta a la gran demanda originada por la creciente urbanización y mejora general en el nivel de ingresos. La mayor parte de la producción mundial de carne y de leche proviene de unas cuantas especies, y en muchos casos, dentro de las especies, de una cuantas razas. En muchos países ricos las explotaciones pecuarias han tendido disminuir en número y
aumentar en tamaño para poder competir, a pesar de los numerosos subsidios que en estos países se otorga a la producción agropecuaria. En los países en desarrollo, los modelos industriales también se han expandido supliendo la demanda urbana, en tanto que los pequeños productores con sistemas agropecuarios mixtos no han sido partícipes hasta ahora, salvo en contados casos, de este mercado en expansión. Las razones de esto son variadas e incluyen la falta de organización en la producción y la comercialización, la limitada oferta de tecnologías apropiadas, la limitada e inapropiada extensión pecuaria y la precaria voluntad política gubernamental. Las negativas consecuencias en el ambiente local - contaminación de aguas, aire y suelo- y en el desarrollo rural de las explotaciones pecuarias industriales que utilizan altos insumos derivados de los combustibles fósiles, tipo “revolución verde”, y más recientemente la preocupación del cambio climático, ha hecho reflexionar sobre la necesidad de volver hacia sistemas más naturales de producción, que armonicen con la producción agrícola, promuevan la biodiversidad vegetal y animal, tengan un efecto benéfico en el medio ambiente y promuevan el empleo y el desarrollo rurales. Por ejemplo, la producción orgánica ó biológica, una respuesta radical alternativa a la agricultura de altos insumos, está creciendo en forma acelerada principalmente en países ricos. Los animales menores, adjetivo que se refiere a su tamaño ó a su población más que a su importancia potencial, representan una opción de diversificación para muchos pequeños productores tendiente a satisfacer nichos de mercado locales ó regionales.
Este breve artículo introductorio es el primero de una serie que tratará sucesivamente el tema de las especies menores. El objetivo principal es despertar en interés de estudiantes, técnicos y productores en el tema de las especies menores como una alternativa promisoria para la generación de ingresos y la mejora del bienestar de los hogares rurales. Se tratarán las especies más importantes, pero sin duda que a nivel local habrá algunas otras especies con potencial de explotación.
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